Los contratos colaborativos se conocen a nivel internacional como Integrated Project Delivery (IPD) y tienen como objetivo reducir los costes prescindibles en cualquier tipo de proyecto. Se trata de un proceso colaborativo donde promotor, constructor y proyectista trabajan conjuntamente desde el inicio, con el objetivo de reducir incertidumbres y riesgos. Transparencia, confianza, honestidad y trabajo en equipo son las claves de un IPD. Básicamente, evitan el despilfarro económico que se asocia muchas veces a la ejecución de proyectos en el sector de la construcción. ¿Cuáles son esos gastos que se pueden evitar para reducir los costes finales?
Se trata de identificar cuántos de estos tres recursos importantes durante el desarrollo de un proyecto son totalmente prescindibles, aquellos que no añaden valor ni al proceso de diseño, ni a la construcción, ni a su uso posterior.
Según la definición que estableció en el año 2006 The AIA California Council (el Instituto Americano de Arquitectos), el IPD debe “aprovechar talentos y los puntos de vista de todos los participantes para optimizar resultados”, pero, sobre todo, debe tener “un enfoque de gestión de proyectos que integra a personas, sistemas y prácticas”. ¿Cómo se traduce todo esto?
Se estipula que su origen se situó en Australia, con un tipo de contratos que en las antípodas denominaron Alliance Contracting. De todas maneras, los proyectos desarrollados a través de los contratos colaborativos que se han dado a conocer de forma más global se sitúan en países como Estados Unidos y Gran Bretaña.
En USA se registraron iniciativas de éxito en la puesta en marcha de centros hospitalarios en la costa oeste y en Reino Unido fue la terminal 5 del Aeropuerto londinense de Heathrow la que se desarrolló vía contratos colaborativos. Asimismo, Finlandia es actualmente “pionera” en la consecución de contratos IPD dentro de la administración pública.
El Lean Construction Institute promueve los contratos IPD en la administración pública bajo el nombre de LIPS (Lean in Public Sector). Recordemos que se trata de una organización sin ánimo de lucro que potencia la construcción Lean, que no es más que un concepto que busca crear sistemas de construcción que resuelvan los problemas y se maximice su valor añadido.
Si está interesado en conocer más acerca de este tipo de contratos, la firma de abogados Hanson Bridgett publicó un documento sobre la negociación de contratos colaborativos y la editorial Mc-Graw Hill también redactó una información sobre la tipología de contratos en proyectos constructivos. Es el primer paso de la construcción 4.0.