El lugar de trabajo es uno de los espacios donde más tiempo se pasa y eso requiere que cumpla unas condiciones óptimas para el máximo desarrollo de la productividad rendimiento laboral. Una de las condiciones esenciales que debe tener el espacio de trabajo es una buena iluminación; está comprobado que la existencia de una iluminación adecuada en la oficina hace que nos sintamos mucho más cómodos y aumentemos la productividad.
El impacto de la luz o la ausencia de la misma es uno de los conceptos que puede incidir directamente en el ciclo biológico del organismo; por eso es muy importante que todas las personas que trabajen en oficinas, tengan un impacto positivo de la iluminación hacia su organismo.
La implementación de una buena iluminación en el lugar de trabajo puede ayudar a determinar la percepción, el estado de ánimo y el rendimiento de los trabajadores; este factor se ha demostrado con estudios como el de la Sociedad Americana de Diseñadores, que llegó a las siguientes conclusiones:
Algunos estudios han demostrado que iluminar bien un lugar de trabajo puede reportar como beneficio un aumento de entre el 10 y el 20% en la productividad de los empleados. Pero no solo los beneficios son en la esfera de la productividad, sino también en otros ámbitos que atañen a la empresa, por ejemplo, en el gasto energético. Desarrollando un sistema de iluminación pensado, optimizado y adaptado a las necesidades de la actividad nos va a permitir llevar a cabo un ahorro energético del 80% y por tanto un ahorro económico considerable en la factura de la luz.