En los próximos años, uno de los grandes retos del sector de la construcción en todos los países europeos, será cumplir los objetivos de la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (2010/31/EC) para 2020, referente a los llamados edificios de consumo de energía casi nulo.
La Directiva de eficiencia energética en edificios (EPBD: Energy Performance of Buildings Directive) es la principal norma europea dirigida a garantizar el cumplimiento de los objetivos de la UE, respecto a la edificación, en lo referente a contención de emisiones de gases de efecto invernadero, del consumo energético y eficiencia energética y de generación de energía a partir de fuentes renovables.
La aplicación de ésta directiva en el sector de la construcción es de enorme calado, ya que transformará muchos de los procedimientos de diseño, construcción y gestión de los edificios hacia una mayor eficiencia energética.
La certificación Passivhaus es un estándar prestacional que fue originado por los profesores Bo Adamson, de la Universidad Sueca de Lund, y Wolfgang Feist, del instituto Alemán de Edificación y Medio Ambiente, que en 1994 fundaría el Passivhaus Institut (PHI) en Alemania. Esta certificación reconoce con carácter oficial si los edificios pueden ser considerados sostenibles.
Mediante la medida y la comprobación de una serie de requisitos de sostenibilidad, como el aislamiento térmico, la calidad del aire interior, o el aprovechamiento de la energía procedente del sol, el Passivhaus Institut se encarga de calificar que el edificio se adapta al estándar de estanqueidad (asegura que tiene un consumo energético sensato y reducido y que alcanza la sostenibilidad gracias a la responsabilidad de sus habitantes).
Los requisitos de la certificación se concretan en:
Para conseguir la Certificación Passivhaus hay una serie de aspectos de suma importancia, como el máximo cuidado y atención a la envolvente del edificio, es decir, el espacio que delimita la parte interior de la exterior, y un correcto y adecuado sistema de ventilación controlada.
La Certificación Passivhaus asegura un efectivo aislamiento con respecto al exterior del edificio que desea ser considerado con este reconocimiento internacional. Para conseguirlo, las paredes deben tener suficiente aislamiento y unas buenas cubiertas que logren evitar los puentes térmicos, es decir, aquellas zonas en las que no se ha conseguido un correcto aislamiento y se transmite con más facilidad el calor del interior hacia el exterior de la edificación.
Esta certificación no sólo se anticipa la normativa europea de construcción para la próxima década, sino también proporciona una garantía a aquellos promotores que quieren obtener edificios con muy altas prestaciones térmicas, energéticas y de confort.