Hasta la fecha, el mercado ofrecía pinturas convencionales, con altas prestaciones, pero poco sostenibles, o bien, pinturas de origen mineral (base cal o silicato) más sostenibles, pero con prestaciones técnicas inferiores. La empresa Titan, líder en su sector, decidió abordar esta situación y se convirtió en el primer fabricante a nivel mundial en lanzar una gama de pinturas biosostenibles “no mineral” . Un producto que garantiza calidad, cubrición y rendimiento, y que a la vez minimiza el impacto en el medio ambiente y mejora la vida de las personas. Estas pinturas son suministradas bajo la marca profesional Titanpro.
Pero ofertar una pintura biosostenible no era suficiente. Era necesario dotarla de mayor rango con un certificado medioambiental. Como la filosofía de la empresa es trabajar bajo criterios de “economía circular”, la certificación más seria y reconocida en este sentido era Cradle to Cradle (C2C).
El proceso de certificación no fue fácil, pues era un objetivo ambicioso. Se trataba de certificar a nivel “GOLD” productos “no minerales” que pudieran dar las máximas prestaciones de una pintura convencional. Esto no se había hecho nunca. Por un lado, era necesario colaborar con proveedores para seleccionar cuidadosamente los materiales e invertir esfuerzos en investigación en los laboratorios de la empresa. Pero, por otro lado, era imprescindible contar también con la asesoría de empresas especialistas en este tipo de certificaciones. En este último aspecto, Titan se alió con dos empresas referentes en C2C: la asesoría innovadora en economía circular Eco Intelligent Growth (EIG) y con la constructora CONSTRUCÍA. La estrecha colaboración permitió a la compañía diseñar y fabricar unas pinturas con más del 65% de los componentes de estos recubrimientos dentro de la categoría MRS (Material Reutilization Score), de acuerdo con los criterios de certificación medioambiental de esta entidad que otorga estos certificados.
La gama de pinturas Biosostenibles se recogen bajo la marca TITANPRO, la línea de soluciones profesionales de Industrias Titan. Se compone de la pintura de interiores de alta cubrición (P-80N), un revestimiento para exteriores con Marcado CE para la protección del hormigón (R-90N) y una imprimación con una alta adherencia al soporte y que garantiza la sostenibilidad del sistema de pintado (S-90N). Todas las pinturas se presentan en color blanco y están disponibles en miles de colores, de los que 410 tonos NCS cuentan también con certificado Cradle to Cradle GOLD.
Además, a estas pinturas se le añaden otras propiedades: no contienen compuestos orgánicos volátiles (COVs), ni biocidas, por lo que están indicadas para espacios donde habiten usuarios con sensibilidad alérgica hacia estos compuestos. Las pinturas biosostenibles de Titanpro se aplican fácilmente sobre todo tipo de soportes, no cuartean, tienen una gran lavabilidad y la misma caducidad de una pintura convencional (36 meses) a diferencia de las pinturas minerales, que tienen solo 12 meses. Un detalle más: no solo la pintura y su producción son respetuosos con el medio ambiente, sino que, además, se presentan en un envase negro realizado a base de plástico reciclable.
Las nuevas pinturas “no minerales” biosostenibles de Titanro cumplen con las necesidades que la nueva arquitectura sostenible requiere para la obtención de las certificaciones ambientales como son LEEDV4, BREEAM o VERDE. Por esta razón, ya se han aplicado en proyectos de reciente finalización como el Bio Edificio Gonsi Sócrates, ubicado en Viladecans (Barcelona) y diseñado por el estudio Pich Architects o en las oficinas co-working del edificio Torre d’Ara en Mataró (Barcelona). Otras oficinas pintadas con las pinturas biosostenibles de TITAN son las de la innovadora empresa de cargadores eléctricos Wallbox emplazadas en la Zona Franca. Construcía fue la encargada de los 3 proyectos, cuyos trabajos se ejecutaron bajo la metodología Lean2Cradle®.
Cradle to Cradle (C2C) se traduce en respetar un sistema de productos y procesos “de la cuna a la cuna”. Surge en contraposición del ya acuñado “Cradle to the Grave” (“de la cuna a la tumba”) propio de los procesos de producción y consumo que carecen de perspectiva medioambiental. Esta marca de certificación es un concepto desarrollado por los arquitectos William McDonough y Michael Braungart, y evaluado por el Instituto Científico Alemán Agencia de Protección del Medioambiente (EPEA). C2C certifica como ecoeficientes aquellos productos en los que se ha tenido en cuenta no únicamente la función de vida útil del producto, sino también aquello para lo que se destina después de su uso.
Su finalidad es promover un nuevo concepto de industria en la que todo pueda reutilizarse, basado en la economía circular, ya sea porque el producto vuelve a la tierra como nutriente y biológico no tóxico, o porque vuelve a la industria como nutriente técnico que puede ser reciclado una y otra vez. Los productos que consiguen esta certificación demuestran que están fabricados de acuerdo con los valores del Cradle to Cradle: