El cambio climático está cambiando nuestra forma de vida y la aparición hace unos años de los huertos urbanos, sumado a nuestra preocupación por la eficiencia energética, lo demuestran. Ahora, ambos conceptos se han unido para crear lo que algunos llaman mega huertos urbanos, edificios forrados de vegetación que actúan como pulmones de ciudad.
Se trata de edificios con viviendas, espacios de restauración y oficinas revestidos por plantas que actúan como esponjas, atrapando y absorbiendo todo el CO2 que generan las grandes urbes.
Estos mega huertos se centran básicamente en dos aspectos:
Los mega huertos urbanos consiguen integrar especies vegetales y de agricultura en zonas urbanas como respuesta a las posibles problemáticas que se encontrarán las grandes ciudades en un futuro próximo. ¿Cómo cuáles?
Este tipo de edificios con vegetación consiguen recrear verdaderos ecosistemas independientes en los que, al margen de las plantas exteriores, también se cuida al detalle la eficiencia energética. Se trata de un listado de buenas prácticas que ya tienen en cuenta gran parte de las nuevas construcciones:
Todavía son pocos los complejos verdes que incluyen viviendas, restaurantes y oficinas, pero poco a poco muchas constructoras se decantan por este tipo de promociones.
En Barakaldo existe un edificio de estas características que incluye 16 huertos con autoabastecimiento de agua para que los propietarios puedan hacer sus propios cultivos.
Por otro lado, en Taipéi, la capital de Taiwán, también se ha construido un edificio de este tipo con más de 23.000 árboles sobre una estructura de terrazas en forma de hélice que conseguirán absorber hasta 130 toneladas de emisiones de CO2 al año. Su arquitecto, el belga Vincent Callebaut también ha proyectado otro mega huerto urbano en Angers, Francia. Una edificación con 35 metros de altura y más de 20.000 plantas que podrán absorber 50 toneladas anuales de CO2. Se espera que pueda estar acabado en el año 2022.