Nos encontramos en una situación de emergencia climática. Para poder alcanzar el objetivo de convertirnos en un continente climáticamente neutro en 2050, muchas cosas deben cambiar, entre ellas, la reducción del consumo energético a partir de combustibles fósiles, fomentando el desarrollo y uso de energías renovables, potenciar el transporte sostenible o promover acciones de eficiencia energética en la industria y en particular en los edificios.
El sector de la construcción está en el punto de mira, ya que, a nivel europeo, los edificios son responsables del 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones de CO2 derivadas de la energía, según datos extraídos por la Comisión Europea*1. Sin embargo, no podemos obviar que en el sector edificación existen solo las emisiones debidas a la energía consumida en fase de uso, ya que también están las derivadas de todo su ciclo de vida (suministro de materias primas, fabricación de productos, transporte, uso, mantenimiento, rehabilitación, deconstrucción, etc.).
Alcanzar la neutralidad climática pasa por abordar la descarbonización del sector de la construcción de una forma integral, considerando tanto el carbono operativo, como el carbono embebido, y teniendo en cuenta las emisiones directas e indirectas del ciclo completo.
El carbono operativo hace referencia a las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) asociadas a la fase de uso del edificio (climatización, ventilación, calefacción y refrigeración, agua caliente sanitaria, iluminación, etc.).
Por el contrario, el carbono embebido comienza a generarse antes de la fase de uso del edificio y continúa una vez termina su vida útil. Está asociado a las emisiones de GEI de las fases de producción de los materiales y productos, construcción, rehabilitación, deconstrucción y fin de vida del edificio y se asocia tanto los materiales empleados como los procesos de construcción.
Según la iniciativa europea Build4People, el carbono embebido representa un tercio de las emisiones asociadas al sector de la construcción, lo que equivale a entre un 10 y un 12% del total de las emisiones, a nivel global. En la misma línea, se estima que para 2050 las emisiones de CO2 emitidas antes de la fase de uso del edificio, serán responsables de la mitad de toda la huella de carbono de las nuevas construcciones) *2
A la luz de estos datos, queda claro que para lograr un desarrollo sostenible es necesario abordar el análisis completo del ciclo de vida de los edificios, teniendo en cuenta tanto el carbono operativo como el carbono embebido. Es lo que se conoce como carbono de ciclo de vida.
Con el fin de lograr los objetivos marcados para 2050, la Unión Europea ha adoptado un papel crucial en la lucha contra el calentamiento global estableciendo medidas que ayudan al impulso de la eficiencia energética en el sector de la construcción. Una de las principales medidas ha sido la puesta en marcha del Pacto Verde Europeo, que se enfoca en los sectores más intensivos en uso de energía y recursos, entre ellos el sector de la edificación, a través de la Renovation Wave y del Plan de Acción para la Economía Circular. Además, se ha propuesto la revisión de la Energy Performance of Building Directive (EPBD) para abordar las emisiones de GEI en todo el ciclo de vida del edificio.
Por su parte, el marco europeo Level(s) se ha erigido como un lenguaje común para definir los indicadores de sostenibilidad en la edificación. Está estructurado en 6 áreas básicas y permite la medición del rendimiento de los edificios a lo largo de todo el ciclo de vida. Level(s) ofrece una metodología de cálculo de sostenibilidad que sirve de base para la elaboración de políticas relacionadas con la edificación, tanto europeas, como nacionales o locales.
Con la adopción de todas estas medidas, la Comisión Europea tiene como objetivo dotar al continente de una economía sostenible y fomentar los principios de circularidad en el sector de la edificación. Por su parte, las administraciones públicas están incrementando su compromiso para conseguir acelerar la transición ecológica y, como paso intermedio a la neutralidad climática, se ha establecido como obligación legal el objetivo de reducir en un 55% las emisiones de gases de Efecto invernadero (GEI) para 2030. Desde el sector de la construcción debemos contribuir a alcanzar la neutralidad climática consiguiendo que para 2050, todos los edificios, de obra nueva o existentes, sean carbono neto cero en todo su ciclo de vida.
En el sector de la construcción tenemos un gran reto por delante. Para lograr los objetivos de descarbonización, no podemos seguir construyendo como hasta ahora. En Grupo Construcía somos conscientes de la necesidad de un cambio de paradigma y, por eso, llevamos aplicando varios años nuestra metodología Lean2Cradle®, una metodología innovadora de construcción circular con la que conseguimos construir espacios saludables y eficientes, a la vez rentables. La construcción circular nos ayuda en el camino de la descarbonización y la transición hacia un modelo beneficioso para el medio ambiente, para las personas y para la economía.
Artículo basado en la Hoja de Ruta para la descarbonización de la edificación en todo su ciclo de vida, realizado por GBCe
*1 In focus: Energy efficiency in buildings
*2 Architecture 2030. New Buildings: Embodied Carbon