En las últimas semanas la actualidad ha estado muy marcada por las políticas que giran en torno al medio ambiente y la preservación de los recursos naturales. Con la aprobación de la Estrategia Española de Economía Circular: España Circular 2030, el Anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados y el Real Decreto de trazabilidad y traslados de residuos, se aprecia la tendencia, más que necesaria, hacia un cambio de modelo más sostenible y beneficioso para las personas y el entorno. Estos tres son elementos que el Gobierno quiere usar como palanca para la recuperación económica tras la crisis del Covid-19.
Las cifras de población estimadas para 2050 señalan que harían falta 3 planetas Tierra para proporcionar los recursos naturales necesarios que mantengan los modos de vida actuales. Con los datos sobre la mesa resulta imprescindible un cambio en el modelo económico: es hora de pasar de un modelo lineal a un modelo circular. En la economía circular el valor de los recursos y productos se optimiza, reduciendo al mínimo la generación de residuos y generando un impacto positivo en la salud de las personas, la economía y el medioambiente.
El sector de la construcción está en el centro de mira de muchas de las acciones recogidas en “España Circular 2030” ya que es la causante de la generación de entre un 25 y un 30% de los residuos de la Unión Europea y continúa representando una parte importante del PIB de nuestro país.
Como parte del sector y siendo conscientes de esta necesaria transformación, en Construcía llevamos mucho tiempo aplicando los principios de la economía circular a los proyectos que ejecutamos. La mejor manera de reactivar el sector de la construcción es desarrollando proyectos que, más allá de cumplir con los estándares actuales en materia de sostenibilidad, se planteen pensando en el futuro. Los edificios de hoy los construimos pensando en el mañana. Son edificios flexibles que se diseñan planificando los posibles usos que tendrán los materiales y productos instalados, una vez que termine la vida útil del edificio. De este modo se cumple con el principio de ciclabilidad de la economía circular, donde el residuo de un sistema se convierte en nutriente para otro y se crea un círculo en el que acaban desapareciendo los residuos.
Partimos de la base de que lo importante no es construir espacios menos malos, sino conseguir que estos produzcan un impacto positivo tanto en las personas, como en la economía, la sociedad y el medio ambiente. Una de las acciones propuestas en la Estrategia Española de Economía Circular es la reducción en un 30% del consumo nacional de materiales y la reducción de un 15% en la generación de residuos, con respecto a 2010. Gracias a la aplicación de la economía circular y de nuestra metodología Lean2Cradle® Construcía estas cifras son alcanzables e incluso fácilmente superables. Tenemos en cuenta el diseño, la ciclabilidad y la trazabilidad de las materias primas para eliminar residuos, generar beneficios económicos, ecológicos y sociales, poner en valor materiales y recursos, mitigar el cambio climático y generar impactos positivos en la sociedad.
Un ejemplo de edificio saludable, construido bajo los principios de la economía circular, es el Edificio Sócrates, donde el 93% de los materiales instalados cuentan con la certificación Cradle to Cradle. Esto implica que están libres de tóxicos y son saludables, teniendo definida, desde el momento del diseño del edificio, una vía de ciclabilidad.
La Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) se alinea con los objetivos de los dos planes de acción de economía circular de la Unión Europea, “Cerrar el círculo: un plan de acción de la UE para la economía circular” de 2015 y “Un nuevo Plan de Acción de Economía Circular para una Europa más limpia y competitiva” de 2020, además de con el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Medidas que nos hacen cada vez más conscientes de la necesidad de un camino hacia la economía circular.