La segunda edición del Foro de Grupo Construcía y La Vanguardia subrayó la necesidad de acelerar la transición hacia la construcción circular mediante la colaboración público-privada para generar oportunidades para las empresas y las personas y preservar el capital natural del planeta
El II Foro de Construcción circular de Grupo Construcía y el diario La Vanguardia congregó el 29 de septiembre a un centenar de personas en el Círculo Ecuestre de Barcelona, en una serie de mesas de debate con la participación de 18 profesionales del mundo de la inversión, la consultoría en economía circular, las empresas, las instituciones y la universidad. El sector de la construcción afronta una etapa de profunda transformación desde la economía lineal hacia la circularidad, con ello busca aportar valor futuro a las edificaciones, reducir los riesgos de inversión y conseguir anticiparse a la avalancha normativa que ya afecta a su actividad.
En la apertura del evento, Enric Sierra, director adjunto de La Vanguardia indicó que en España la primera preocupación es ya la crisis climática, “un tema que interesa a empresas, administraciones y a la ciudadanía en general. La economía no está reñida con la ecología, deben ir acompañadas porque eso generará oportunidades”.
Por su parte Arturo Fernández, Co – CEO de Grupo Construcía, calificó de crucial el momento actual, en el que, dijo, “estamos cambiando de un modelo lineal a un modelo circular y nos encontramos inmersos en un contexto lleno de incertidumbres y de amenazas”. Para afrontarlo, aseguró, “es imprescindible una revolución circular, que nos obliga a replantearnos desde nuestros valores, nuestras conductas y llegar hasta los productos que estamos fabricando, nuestras estrategias, con el objetivo de hacer frente a todas las amenazas y transformarlas en oportunidades. Para tener empresas más resilientes”. Para llevar a cabo esta revolución con éxito, apuntó, “es imprescindible el compromiso de todas las partes: administración pública, sector privado, profesionales y no podemos olvidar las gestoras de conocimiento (universidades, colegios profesionales)”. También destacó que la revolución circular ofrece nuevas oportunidades para las empresas, para las personas y para “transmitir el capital natural que nos ha dado el planeta a las generaciones futuras”.
En la apertura del evento, Marc Sanglas, director general de Qualitat Ambiental i Canvi Climàtic de la Generalitat de Catalunya destacó la importancia de la colaboración público – privada para desarrollar la economía circular, en línea con las disposiciones de la Unión Europea. Coincidió con Arturo Fernández en que la revolución circular ha llegado y, según indicó, es necesario acelerarla; por lo que recordó los recursos destinados por el Govern en la convocatoria abierta ProAcció Green y la necesidad de modificar la legislación para favorecerla.
La construcción circular se ha revelado como una solución para disminuir el riesgo en las inversiones inmobiliarias, así lo apuntaron los 5 expertos que participaron en la mesa debate.
-Cástor González, CEO de Circular Capital, subrayó que “en el sector de la construcción la economía circular ayuda a reducir los riesgos en el valor futuro de los activos que se desarrollan. El paradigma de la economía circular cambia el concepto de valor residual, buscando la eliminación de residuo. El valor residual se transforma a un valor circular”.
-Antoni Macià, director de Inversiones de Suma Capital, indicó que hay una gran demanda para invertir en sostenibilidad y acerca de la rentabilidad de estas inversiones fue tajante “es claramente rentable invertir en economía circular (...) hay que ser sostenible”
-Para Carlos Madrid, CEO de Europa Center, “la economía no puede ser otra cosa que circular, no hay vuelta atrás” y pidió “una colaboración publico-privada más estrecha de la que ha habido hasta ahora”, poniendo como ejemplo a Alemania “como referencia para esta colaboración, a nivel urbanístico hay mucho que aprender de ese modelo de colaboración público-privada”.
-Howard Pierce, partner de Urban Input, aseguró que el objetivo como inversor inmobiliario es “incrementar ingresos, hacerlos lo más sostenibles en el tiempo y reducir riesgos”. Desde su experiencia, indicó que “la circularidad puede alargar la vida de los componentes del edificio y exprimirles el máximo valor, dándoles incluso un valor al final de su vida. Llevamos años en el sector inmobiliario con muy poca idea de los ingredientes de nuestros edificios (…) La construcción circular nos obliga a evolucionar”.
-Soly Sakal CEO de RHOMBUS, aseguró que los usuarios les están demandando la circularidad. “La sostenibilidad parte desde el primer momento, desde el diseño del producto. Esto es lo que hace que se impacte en cada una de las capas de nuestra explotación. Si tienes un edificio pensado desde el primer momento para las personas, pensando en la salud, estamos en el principio del buen camino”.
La experiencia de los usuarios en el caso de las oficinas, la incidencia de la normativa a nivel nacional y europeo y la necesidad de proteger el valor de los edificios a través de la sostenibilidad fueron los temas más destacados de la mesa debate.
-Ricardo Blanco, Regional Sales manager de HILTI, en referencia a los edificios de oficinas subrayó que “sin un desarrollo sostenible es y será imposible tener salud en los edificios. Hemos tenido que intensificar nuestra propuesta para dar respuesta a lo que tiene que venir. Hemos conseguido el sello “Great Place to Work”, número 12 en España gracias a la sostenibilidad, al bienestar, al ambiente laboral, el confort y los espacios que disfrutan nuestros empleados”.
-Toni Capella, socio Climate change & Sustainability service de EY, alertó sobre “el tsumani regulatorio que está sucediendo desde hace 4 años. El tsunami regulatorio que viene es bestial y no solo la taxonomía. La regulación, los empleados, los grupos de interés demandan la sostenibilidad. La sostenibilidad incluye no solo la E, sino también la S y la G. Nosotros tenemos que cuidar del edificio y ahora el edificio cuida de nosotros. Un edificio con todos los criterios ESG incorporados protege su valor”.
-Dolors Jiménez, directora Territorial de Catalunya de Gesvalt, aseguró “Todo lo que se está construyendo nuevo va cumpliendo todas las regulaciones. El gran reto es la renovación del parque inmobiliario, la rehabilitación. Son más líquidos sus valores cuando los edificios son verdes”.
-Cristina Sendra, directora técnica de Estudios de la consultora EIG subrayó que “una empresa ya no solo se identifica por el producto o servicio que comercializa, sino por su impacto en la sociedad. Hay muchas iniciativas valiosas en Europa y tenemos mucho que aprender, compartir conocimiento y colaborar. A la hora de construir hay que pensar en las normativas que se van a demandar en el futuro, en un contexto de cambio climático, un edificio capaz de adaptarse a condiciones más extremas nos proporciona más garantías a futuro”.
-Austin Wood, director de Corporate development & ESG de Wallbox Chargers destacó que “la tecnología, la innovación y la sostenibilidad son el alma de la empresa”. Y respecto a la nueva sede de Wallbox construida bajo criterios de economía circular, indicó que “desarrollamos un sistema de gestión de energía, que nos ha permitido reducir las emisiones un 20%. Es un símbolo de la innovación de la empresa. Queríamos desarrollar una oficina que fomentara el bienestar de los empleados”.
La transformación de la construcción y el sector inmobiliario hacia la circularidad está dando paso a nuevos productos, empresas y modelos de negocio. La tercera mesa debate fue una muestra de diversos casos de éxito en la aplicación de la economía circular a la arquitectura, los materiales de la construcción, los modelos de negocio de las empresas.
-Teresa Batlle, arquitecta y co – fundadora de Picharchitects/Pitch-Aguilera apuntó la necesidad de que el edificio sea versátil, que el uso pueda cambiar, adaptarse y de trabajar de forma colaborativa. “En economía circular el proyecto es la clave, es imprescindible para montar y desmontar, saber qué materiales se utilizan (…) Hemos de trabajar de forma más colaborativa desde el inicio. Ya no vendemos y nos vamos, este servicio no termina cuando se entrega el edificio, se adquiere un compromiso para todo el ciclo de vida del edificio” .
-Ignacio Gómez, CEO de MUT Agency y Co-fundador de Dear Planet, empresa desde la cual Grupo Construcía quiere revolucionar el mundo de las construcciones efímeras como los stands, aplicando la economía circular a su diseño y construcción. “Tenemos que diseñar pensando en el planeta. Lo primero es el diseño, cuando diseñes tienes que pensar en las limitaciones de materiales y en qué va a pasar después con esos materiales. Nosotros le damos mucha importancia al diseño, a la elección de materiales certificados, que no generen toxicidades. (… ) Quien no esté en la circularidad se queda fuera de la partida”.
-Pol Merino, Managing director de Honext, empresa que convierte el residuo en producto para la construcción, compartió su experiencia como empresa circular y señaló que actualmente “hay muy pocos materiales a nivel global que apliquen la circularidad. Es importante entender el impacto ambiental de los materiales”.
-Salvi Plaja, director de Diseño y Sostenibilidad de Simon, empresa centenaria, recordó que “como empresa nuestra filosofía siempre ha sido hacer cosas que perduren en el tiempo. Si nosotros no hacemos accesible la circularidad a nuestros clientes, difícilmente el planeta lo va a ser. Nuestro objetivo es ayudar a nuestros clientes finales a poder continuar con esta circularidad. Hay que prepararse para la revolución”.
-Beatriz Tena, Adjunta a la Dirección del Área de Urbanismo del Consorci Zona Franca, también una institución centenaria, destacó la cultura de reutilización de los residuos en la Zona Franca, por ejemplo, al reutilizar los áridos. Recordó que han creado el edificio Factory “con altos criterios de sostenibilidad con el que pretenden impulsar la economía de Barcelona” y aseguró que “están cambiando completamente el modelo de negocio para dar servicios con mayor valor añadido, como es el caso de un nuevo complejo lúdico”. Un ejemplo es el evento centrado en la nueva economía denominado BNEW que impulsan anualmente.
En la clausura del evento, Daniel Crespo, rector de la Universidad Politécnica de Catalunya, intervino destacando la vocación de la UPC de estar al lado de las empresas y colaborar en la resolución de sus problemas. En relación al impacto medioambiental del sector de la construcción aseguró que “la inversión en economía circular es el mejor negocio que nos podemos imaginar porque lo es para los que lo realizan y también para la sociedad”. Y vaticinó que “la aplicación de las nuevas tecnologías en la construcción tendrá un impacto mucho más significativo que en otros sectores, por ejemplo, en la conservación del medioambiente”. Y puso de manifiesto la disposición de los centros de conocimiento como la UPC para la colaboración con las empresas, señalando que “la universidad puede actuar como una palanca más en el proceso de la circularidad”. Finalizó su intervención con la frase: “No tenemos planeta B”.