Con el fin de establecer un sistema de clasificación europeo claro, detallado para las actividades sostenibles, la UE creó la Taxonomía Europea, un reglamento que define un lenguaje común y que ayuda a dirigir las inversiones hacia actividades económicas alineadas con el objetivo net zero de 2050 y el Pacto Verde Europeo.
Responsable del 40% del consumo energético mundial y emisor del mismo porcentaje de gases de efecto invernadero, el sector de la construcción e inmobiliario desempeña un papel crucial en esta transición hacia una economía baja en carbono. En Grupo Construcía ya hemos comenzado con la transformación circular del sector y tenemos claro cuál es el legado que queremos dejar a nuestros hijos, orientando nuestra actividad hacia el impacto positivo. Pero, ¿cuáles son las claves que alinean la construcción circular y nuestra metodología Lean2Cradle® a la taxonomía europea?
El punto de partida para avanzar en una construcción sostenible pasa por elegir materiales seguros y saludables, hechos con componentes sin tóxicos y capaces de influir positivamente en el edificio en el que están instalados, en las personas que lo ocupan y, por consiguiente, en el planeta. ¿Cómo podemos asegurar que un material cuenta con todas estas características? A través de certificaciones como Cradle to Cradle Certified®, un estándar multiatributo que proporciona un marco de evaluación para la seguridad, la circularidad y la responsabilidad de los productos, teniendo en cuenta cinco categorías:
La elección de determinados materiales puede contribuir además a reducir la huella de carbono del edificio. Al optar por productos hechos con materiales reciclados y de origen local, se evitan las emisiones derivadas de la extracción de nuevas materias primas y del transporte.
La trazabilidad es clave para la circularidad, para lograr que los materiales de construcción no se conviertan en residuos y sean llevados a vertedero, sino que puedan ser reutilizados en nuevos ciclos. La trazabilidad permite conocer con precisión las características y trayectoria de un producto, datos muy útiles para la gestión de calidad y la gestión medioambiental.
Pero esta trazabilidad no solo previene la generación de residuos, sino que también fomenta la adopción de prácticas de construcción circular, donde los materiales se reciclan y reutilizan. La herramienta fundamental para hacer esto posible es el Pasaporte de Materiales o Pasaporte Circular. El Pasaporte Circular identifica, caracteriza y localiza los materiales instalados en un edificio, con el objetivo de llevar a cabo una correcta gestión de los productos al final de su vida útil en el mismo. En él se describen también los posibles caminos para la reintroducción de los productos en el ciclo industrial o biológico, según el caso.
El Pasaporte de Materiales desarrollado por EIG está totalmente alineado con lo que en Level(s) se describe como “Bill of Quantities”, e inclusive, va más allá, según la calidad de la información disponible. Estrategias como esta facilitan el cumplimiento de los criterios técnicos de la taxonomía, ya que permite introducir requisitos de información más detallados y contribuye directamente en el ámbito de economía circular.
Pensar en el ciclo completo de un edificio y de los materiales y productos que lo componen es imperativo de la construcción sostenible. La Taxonomía Europea destaca esta necesidad, de modo que se consideren todas las fases, desde la extracción de las materias primas que se utilizan para la fabricación de los materiales, hasta la fase de uso, mantenimiento y desmantelamiento, pasando por la propia construcción. Es importante integrar esta perspectiva desde la fase de diseño, para garantizar construcciones resilientes, fáciles de mantener y cuyos materiales puedan recuperarse cuando allí ya no sean necesarios. Edificios que se conviertan en bancos de materiales, canteras para el futuro.,
En Grupo Construcía contamos con la Firma Circular, que nos permite medir algunos de los impactos de la construcción y su posterior evolución en la fase de uso y deconstrucción; como la huella de carbono, la huella hídrica o la toxicidad de los materiales.
Además, gracias a la tecnología BIM podremos digitalizar y almacenar todos los datos sobre los ciclos de los materiales y acceder a esa información cuando sea necesaria para su retirada o reforma.
La economía lineal, con un enfoque de "fabricar-usar-consumir-tirar", ha demostrado ser insostenible pues se basa en una disponibilidad de recursos ilimitada y no tiene en cuenta la contaminación asociada a los residuos. La economía circular, basada en un enfoque regenerativo inspirado en la naturaleza, ofrece una solución integral, representada por el ciclo "fabricar-usar -recuperar".
En el contexto de la construcción, esto implica utilizar eficientemente los recursos disponibles, evitar la extracción de materias primas no renovables y fomentar prácticas que protejan la biodiversidad. El enfoque Cradle to Cradle que seguimos en Grupo Construcía refuerza esta visión, abogando por el uso de materiales saludables y seguros, reciclados o rápidamente renovables y la gestión responsable de los recursos naturales.
Proteger la calidad del agua y del suelo evitando la contaminación es también proteger el hábitat de otras especies y la viabilidad de la nuestra a largo plazo.
La Taxonomía Europea insta a la construcción a adoptar prácticas de gestión de los recursos a largo plazo que consideren la evolución de las estructuras, las necesidades cambiantes y los avances tecnológicos del sector. Esto implica una planificación estratégica que asegure la sostenibilidad no solo en el presente, sino también pensando en las generaciones futuras.
En la gestión de recursos de un proyecto de construcción circular se busca un modelo perdurable basado en materiales saludables, donde los productos actuales se conviertan en los materiales del futuro. promoviendo la recuperación de productos desinstalados según los principios de la Economía Circular y la Taxonomía Europea. Herramientas como el manual de deconstrucción juegan un papel fundamental al identificar la composición de sistemas, su ubicación y cómo desmontarlos para maximizar el valor a lo largo de la vida de un edificio. Nuestra metodología Lean2Cradle® incluye la planificación de la deconstrucción desde las etapas iniciales del diseño del proyecto y es adaptable a medida que el proyecto evoluciona.
En resumen, la Taxonomía Europea puede servir de guía para la construcción sostenible. El marco Level(s) es la herramienta que DG Environment ha desarrollado para orientar su aplicación en todo el ciclo de vida de los edificios. En Grupo Construcía llevamos más de 10 años trabajando en la misma dirección, Nuestra metodología Lean2Cradle®, que integra herramientas como el Pasaporte de Materiales y la medición de impactos en la Firma Circular, está completamente alineada con Level(s) y, por lo tanto, con la Taxonomía.
Actuemos para hacer de la construcción un catalizador positivo ante los retos globales: bancos de materiales para el futuro, que preserven la calidad del agua y del suelo y no generen emisiones ni residuos. Como decía William McDonoguh: “edificios como árboles, ciudades como bosques”.
¿Te interesa explorar cómo transformar sus activos y proyectos? Ponte en contacto con nosotros: comunicacion@grupoconstrucia.com