El Material Passport es el documento de identidad de los materiales, y constituye la primera herramienta en la toma de decisiones de la construcción circular que desarrollamos en Construcía.
Con él podemos identificar, cuantificar y ubicar en el espacio constructivo los materiales y los productos para su correcta recuperación al final del ciclo de uso.
Cada ladrillo, tablero o trozo de vidrio en un edificio tiene un valor. Estos materiales normalmente no son reutilizados después de la restauración o demolición de un edificio. Más bien al contrario, la inmensa mayoría se desechan y acaban como residuos en un vertedero.
La economía circular en la que se basa nuestra metodología Lean2Cradle® Construcía promueve la permanente circulación de materiales, o lo que es lo mismo, su ciclabilidad. Es decir, asume que los materiales y elementos que componen una construcción se reutilizarán de forma indefinida tras cumplir su función en el edificio, en un sistema regenerativo que evoluciona y se enriquece.
Para que este proceso se haga correctamente y los materiales mantengan su valor en el tiempo, necesitamos saber de qué están compuestos, caracterizarlos y determinar si son saludables o no. Necesitamos darles una identidad.
Aquí es donde entra en juego el pasaporte de materiales, la herramienta que registra toda la información necesaria acerca de los materiales que contiene un edificio y mide su impacto sobre los cuatro valores de la construcción circular: salud, ciclabilidad, valor residual y productividad.
Mediante esta herramienta, los edificios se convierten en bancos de materiales y, por tanto, los materiales dejan de ser futuros residuos y se transforman en nutrientes con un valor cuantificable es sus próximos ciclos de vida. Esto significa que los materiales pasan a ser una inversión, un activo que se coloca temporalmente en un sitio, y una vez ha cumplido su función ahí se destina a su siguiente uso; y así, indefinidamente.
Para conocer la capacidad ciclable de un material, es necesario conocer las materias primas de las que está compuesto. En función de sus componentes, se clasifica como nutriente biológico o técnico, lo que determina cómo se reutilizará en el futuro: volviendo a la tierra en el primer caso, y al ciclo productivo en el segundo.
El Material Passport permite la trazabilidad de los materiales, localiza su ubicación en el edificio y la mejor forma de extraerlos. Incluye, además, un manual de deconstrucción en el que se especifican las vías de ciclabilidad disponibles para garantizar la recuperación de las materias primas y su valor.
Y, por último, pero no menos importante, también estima el valor económico de cada material según las vías de recuperación previstas y analiza las posibles alternativas.
La construcción circular no sería factible sin esta herramienta. Gracias al Material Passport se pueden tomar decisiones informadas en la selección de materiales y el nivel de circularidad de los edificios.
“Los residuos son materiales sin identidad“. Thomas Rau, autor de Material Matters.
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