La economía circular se caracteriza por proporcionar multitud de mecanismos de creación de valor no vinculados al consumo de recursos finitos. Es en este sentido que la famosa cadena sueca de muebles va a ofrecer, a partir de ahora, la posibilidad de alquilar mobiliario. El nuevo modelo de negocio se basa en tratar como un servicio productos que siempre fueron bienes de consumo. De este modo, cuando el contrato lo estipule o el cliente lo desee, el mobiliario alquilado se devolverá y tras un proceso de restauración, será puesto de nuevo en el mercado, prolongando así su uso y aumentando la productividad de esos recursos. La primera prueba que realizará la cadena de muebles y objetos del hogar será en febrero de 2019 en Suiza y se llevará a cabo con distintos tipos de mobiliario.
La economía circular se diferencia del modelo lineal establecido a partir de la revolución industrial del S. XIX en que busca el beneficio económico, ecológico y social. Busca recuperar la conciencia de que todas las acciones generan impactos en el sistema global del que somos parte. Parte de la importancia de preservar y mejorar el capital natural, gestionando de forma inteligente las existencias finitas y equilibrando los flujos de recursos renovables. Es esencial para hacer esto posible que los productos estén diseñados para permitir su correcto mantenimiento, restauración o la recuperación de los materiales con toda su funcionalidad cuando esto ya no sea posible.
La estrategia de Ikea se enmarca en estos principios en tanto que responde a la voluntad de la marca de dar un giro en el negocio tradicional de venta de muebles optando por el alquiler como una apuesta basada en la usabilidad. Torbjörn Lööf, consejero delegado de Inter Ikea, el gestor de franquiciados de este gigante de los muebles, lo explicó con las siguientes palabras: “De este modo, en lugar de tirar los muebles, podemos restaurarlos y volverlos a vender prolongando el ciclo de vida de los productos”.
Y a colación de los muebles de cocina reflexionó sobre la economía circular. “En este caso, podría decirse que el alquiler es una forma alternativa de financiar una cocina. Cuando se pone en marcha este modelo de economía circular, no sólo nos centramos en vender un producto, sino en observar qué pasa cuando un cliente lo tiene durante un tiempo y cómo lo conserva”. Esto ha hecho que las cocinas de Ikea actualmente se estén diseñando pensando en la posibilidad de, por ejemplo, poder cambiar las puertas pudiendo conservar el resto del mueble. Lo que implicaría una reducción muy importante de residuos.”
En esta línea, Ikea también contempla lanzar su propio negocio de repuestos para que los clientes puedan comprar piezas de muebles que han quedado descatalogados, alargando así su vida útil. La marca sueca también ha emprendido en algunos países iniciativas para promover el reciclaje de madera y otros productos como colchones.
Propuestas como la presentada por Ikea son muy importantes porque la construcción tradicional, basada en el modelo de la economía lineal (producir, usar y tirar) ha tenido y tiene un gran peso en el cambio climático, la generación de residuos y el agotamiento de recursos finitos. Es por ello que es importante, y también urgente, que las constructoras empiecen a trabajar teniendo en cuenta los principios de la economía circular. Construcía es pionera en la aplicación de la economía circular a la construcción.